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viernes, 22 de mayo de 2009

A día de hoy...



A día de hoy el perro Xoco y yo, su amo, estamos como una pareja que se ha dicho de casi todo pero aún le quedan muchas cosas por contarse, y echarse en cara…, entiéndase esto de la mejor manera y como a cada cual sus entendederas le indiquen.
A todo esto: la luna sigue saliendo…, el sol sigue amarilleando…, el mar espejea como casi siempre…, las flores con la primavera están que te cagas de preciosas…, los enamorados se besan apasionadamente, pero lo que quieren es follar…, el campo rompe en mil colores, que son dicho sea de paso demasiados colores..., así por lo menos desde lo de Adan y Eva. Y todo esto que nos gusta decir a los que escribimos como el culo ¡Cojones que hay que decirlo claro! Pues nos gustaría escribir como Cela, como Márquez, como Delibes, como Baroja, como Galdos, como Torrente Ballester, como Miró, como Blasco Ibáñez, como Marsé, como Caballero Bonald: porque escribir como Cervantes es del todo imposible para mi y para todos los citados.
- Ya veo, me dice el perro, que los que no van de castellano académico te la traen al fresco
- Al fresco, tu lo has dicho Xoco.
- Eres un ignorante amo. Por tal me tengo, ¿porque voy a negártelo perro?
- Para mi y entre nosotros; me da la sensación de que andas pelín encabronado con la peña, me dice y como si estuviese preocupado por si se me va la perola.
- ¡Alégrate amo! No te parece precioso:
“Me gusta cuando callas porque estás como ausente…”
“La prioncesa está triste, que tendrá la princesa…”
-¡Si cojonudo de la muerte!..., pero me va más
"No he de callar, por más que con el dedo,
ya tocando los labios, ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo…”
- ¿No es una chulada super-mega, amo?:
“Porque son niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas
- ¡Te cagas de bonito y cultivado!..., pero prefiero el compromiso:
“Ahora me pongo a cantar
coplas que llevan más sangre
que arenas lleva la mar”
- Vamos a gastar suela a ver si se te pasa. Amo te voy a llevar al bar de Moe
- Xoco, borracho aún no estoy, eso es de los Simpson
- Es igual, ya veras como terminamos por encontrarlo.
- O a Bataman, que también sale de noche (al final hasta yo me voy a creer lo de Batman)

lunes, 4 de mayo de 2009

Esta noche no...


Esta noche no parece una noche cualquiera, Xoco ha salido al jardín y se ha quedado absorto mirando una luna clara, redonda y tierna como un queso de bola. A permanecido así yo diría que casi una hora. Ya cansado y por si le pasaba algo he salido a preguntarle cuando ya empezaba a refrescar, no fuese que fuera a coger frío. ¡Que después lo tengo recorriendo todas las habitaciones de la casa como alma en pena, mendigando mimos y cariños y quejándose de lo mal que está! Y es que es muy mal enfermo.
En estas estamos cuando me dice
-Amo…, me tienes que pedir cita con una psicóloga.
-Y eso ¿por qué?
-A mi me da que estoy en una depresión
Los dos seguimos mirando esa luna que nos embruja mientras hablamos. Se ha levantado un ligero vientecillo que han empezado a menear las nubes de su sitio y amenazan con ocultárnosla.
-¿Y tu crees que hablar con la psicóloga te va a quitar la depresión?
-Amo no lo sé, sinceramente…, que ni lo creo ni lo dejo de creer, pero me escuchará.¿No te parece?
-¿Y para que quieres que te escuche?..., si me tienes a mi que lo mismo te valgo para un roto que para un descosido.
-Ya…, si tu me escuchas, pero hay cosas que uno solo puede decirle al cura en confesión o al psicólogo en consulta de pago.
-Yo creía que no había secretos entre tu y yo, le digo
-Las parejas tienen secretos que no se confiesan, amo entiéndelo.
-Voy a terminar por darte la razón porque digo yo que, para que vamos a egañarnos... ¿Tu crees que ZP le cuenta todo a Sonsoles, o que todo era cristalino entre Isabel y Fernando, o entre tu admirado Batman y Robin, o crees que había una relación perfecta entre Ortega y Gasset
-Amo ahí te has pasado de listo. ¡Anda que tu también necesitas un psicólogo! Mira que querer reírte de un perro en sus horas más bajas. Hay que tener pocas entrañas
-Xoco…, pero que mal genio tienes.

lunes, 27 de abril de 2009

amo por qué...


-¿Amo por qué tienes de salvapantallas al Capitán Alatriste?
-Pues mira…, no pensé yo que se iba a enterar nadie , -que un salvapantallas es algo de la intimidad de cada cual-, y fíjate que ahora me lo has soltado aquí en la red y ya lo sabe todo el mundo. Cosa que no me importa, que en el fondo todos queremos saber más de aquellos a los que seguimos. La curiosidad propia de la naturaleza…, o eso dicen. Pongo en mi caso…., de: de mmarin, de Rachel, de Beatriz, de Montse, de Laura, de Marisa…., y el resto hasta los 67 amigos que les interesa, se divierten o me corresponden, con lo que escribo de ti y tus ironías tus simplezas tus jaculatorias mis interioridades tus perversiones tus fobias excentricidades miserias patochadas sarcasmos amores reticencias deudas reservas amores y desamores. Ya lo he dicho. Así de carrerilla y sin respirar.
-Amo, cualquier día de estos te va a dar algo, no se puede guardar uno esa malquerencia.
-Te equivocas, perro…, te quiero porque eres un fajador, lo encajas mejor que nadie, te ríes de ti y de mi sombra. Y porque tienes una memoria práctica de tres minutos, que para mi la querría. Eres eso tan latín y tan cursi del Carpe Diem, que no se si se escribe así, pero como esta noche estoy de mala leche, me da igual como se escriba y no pienso consultarlo. Si tu salieras en una viñeta del Jordi Labanda serías un héroe, el segundo perro de Obama, y si se revisara el Lazarillo, el ciego no llevaría niño…, te llevaría a ti. ¡Que eres un monstruo de perro!
-Amo, perdona, pero el cuarto güisqui no tendrías que haberlo tomado, sabes que te pone malo de la muerte.
-Si manejases un ordenador, ¿a quién tendrías tu?
-A Batman Amo…,
-¡Buenooooo!..., parece que te dio fuerte, eh
-Pero Amo Angel…, aún no me has respondido, ¿por qué Alatriste?
-Xoco, porque lo mismo da la cuchillada con la daga que con el estoque.

sábado, 18 de abril de 2009

Amo, vete tu a saber...


-¡Amo, vete tu a saber si después de destaparse lo que se ha destapado, seguimos viviendo con tanta tranquilidad!…
-¿Y que se ha destapado, Xoco?
-Me he quedado perplejo, me dice, aun ando con la tembladera en las patas, y como huérfano y desamparado. Esta sociedad produce vértigo amo.
-Me tienes acojonado Xoco. Bien es verdad que últimamente por no ponerme de mal café y que me suba todo lo que tiende a subir: el colesterol, el azúcar, los triglicéridos, la urea, y la mala leche, no leo mucho la prensa ni oficio de escuchante de tertulias radiofónicas. Por lo que me entero sólo de las cosas muy, muy importantes o de mucha repercusión cuando las oigo mientras espero mi turno en la carne o el pescado… ¿Qué ha pasado Xoco? Entonces me mira y veo en sus vivos ojos turbación.
-Amo, alguien importante, de esos que saben…, de esos que son de los ilustrados y cultos y resabiados, con experiencias en todos los campos de la ciencia, la economía, la cultura y las humanidades, ha dicho que han desaparecido los superhéroes. Me lo dice casi con lágrimas en los ojos.
Entonces respiro, lo miró, porque como sabéis este perro a veces juega al desconcierto, la sátira, la ironía, la burla o el desdén.
-Pero Xoco, ¿de qué me hablas?, ¿pero tu crees en los superhéroes?
-Amo, y me lo dice con cara de catedrático conferenciante de economía, te juro que yo una vez vi a Batman en un ala del tejado. Era una noche bla, bla, bla… Y si Batman existe, los demás también: Superman, Spiderman, el Capitán América, la Masa
-Mira Xoco…, que me dejas perplejo y si tu viste a Batman yo te creo.
-Si amo, tu créeme..., que por lo menos Batman no ha desaparecido y a fe mía que el día menos pensado viene a meter en vereda a más de uno para que se aplique mejor en sus deberes de lo público. Que aunque son gentes de carrera no tienen ni puta idea de cómo sacarnos de ésta.
-Si viene Batman que le acompañe Espinete, remato ya convencido y por una vez poniéndome de su parte.
-¿Y el botones Sacarino?..., también lo vi, amo

sábado, 11 de abril de 2009

¡Adios vecina...!


- ¡Adios vecina, que pases un buen día¡
- ¡Con Dios vecino! Me responde mientras se aleja y sin poder remediarlo vuelvo la cabeza para ver como con gracia el vuelo de su falda se mueve rítmico a cada paso de tacón suyo sobre unas hermosas piernas.
- Amo, con todos los respetos. Ya no se escribe así.
- Puede ser, pero soy esclavo de lo viejo y de los escritores de postguerra.
- ¿Amo, a ti te gusta la vecina?
- Pues mira…, unas veces si y otras no.
- Si, ya…, entiendo. Las mujeres, que los hombres miráis con deseos lujuriosos, le termináis por poner siempre algún pero. Matices que llamarías tu. Me contesta respondón
- Me gusta, le digo, cuando en invierno viste con medias negras y faldas cortas; cuando en primavera se pone de tirantes y más aún cuando nos cruzamos con ella y lleva el palabra de honor que le deja al aire los hombros. Cuando me dice eso de: “vecino tu que eres más leído, dime de algún libro”. Y es que a uno le da gusto que le digan eso de que es un hombre leído, Xoco.
- ¿Y las veces que no, amo?
- ¿Recuerdas cuando le da folklórica y afirma rotundamente que ya no hay artistas..., para después rematar diciendo que si acaso la Pantoja y poco más? ¿Recuerdas cuando me habla sin venir a cuento de la Jennifer y el Jossua, y el Jonny y la Lore del Gran Hermano? Pues en esos momentos pierde su encanto.
- Sí amo, tu es que eres un tipo muy leído. Me dice el perro y entonces lo miro para adivinar si ha puesto ironía o mala leche en la frase.
-¿Y a ti, pregunto ahora yo, te gusta la perra de la vecina, la yorkshide?
- Pues, sí…, rotundamente sí. Las perras pequeñas me soliviantan la lívido, excitan todos mis sentidos, me tornan un sátiro de los de cuernos y barbas de chivo, me ponen amo. ¡Me ponen! Pero ha diferencia tuya amo, yo no matizo. Los perros no necesitamos excusas.

viernes, 27 de marzo de 2009

Hoy el sol amarilleaba...


- Hoy el sol amarilleaba más de lo acostumbrado, ¿te has fijado Xoco?
- No amo, yo en si el sol amarillea más o amarillea menos no me fijo. Responde apático.
- Y el alborotar de los gorriones, como que ya empieza a anunciar los preludios del amor y los cortejos…, ¿sabes?
- ¡Puaj!, demasiado escándalo a horas que aún se duerme.
- Y el aire como que nos quiere inundar los sentidos de olores nuevos, recién nacidos, le digo
- Amo, a ti la primavera te produce siempre este empalago o, ¿es solo por aburrirme?
- Mira: si da la sensación, que cada nube sea como un suspiro de alguna niña enamorada que piensa en su amor.
- Tu puedes ver suspiros..., yo ni por asomo amo, me responde con un tono burlón.
- Y las flores…, ¿qué me dices de este estallido de color, de forma, de perfumes exóticos y naturales?
- Que me produce alergia y me dan ganas casi de cagar con tanta almibarada frase que me sueltas.
- Xoco, déjate seducir. Que la luz te inunde, que los olores te emborrachen. La primavera es la estación de la alegría, del dejarse llevar, del goce de los sentidos en toda su plenitud.
- Con todo el respeto amo…, tanta sensiblería me acerca a la náusea.
- ¡Xoco, hasta aquí he llegado contigo! ¡De ahora en adelante hablaremos sólo de los programas de la tele, de cómo bailan, o como cantan, y de política y de la crisis, mucha crisis!... ¿Te parece! Le digo más que molesto.
Se percata, como es listo, de mi enfado, que bien es verdad también lo he provocado, para que negarlo. Mi sensibilidad con la estación no alcanza a tanta pegajosa admiración. Y va y me responde pesaroso:
- Para demostrarte que puedo ser sensible, dame una semana y te compongo un poema.
- No me lo creo, pero te voy a dar la oportunidad. ¡Poeta! Le digo con sorna.
- Amo, en el próximo post. Te lo juro

sábado, 21 de marzo de 2009

Ya se van acercando...


Ya se van acercando las noches agradables en las que conversar hasta altas horas de la madrugada en el jardín es un placer. Le digo a mi turco Xoco. Y me mira…, y como muchas veces, no se si me mira conmoviéndose o lamentándose por mí y esta emoción primaveral.
- Amo tu siempre has sido tan sensiblero.
- No Xoco, a mi la sensibilidad por las pequeñas cosas…, las que no cuestan dinero me las descubrieron los grandes de la literatura: Cervantes, Cela, Carpentier, Delibes, Galdos, Baroja, Gabriel Miró, Blasco Ibáñez, y los poetas, sobre todo los poetas: Fray Luis de León, Jorge Manrique, Lope de Vega, San Juan de la Cruz, Quevedo.
- Veo que en poesía te quedaste en los clásicos, amo
- Bueno de los clásicos salte directamente a Alberti.
- Bueno amo ya habrá momento para que me recites algo de estos chicos que has citado.
- Xoco no seas irrespetuoso, que estamos hablando de gente de talento y de mucho fuste.
- Amo vamos a bajar a la arena, que es donde se decide la suerte de lo gladiadores ¿Cómo debo salvar mi culo?
- Un poco desorientado si que me has dejado. ¿Qué pasa, que se ha desatado una ola de zoofilia y yo no me he enterado?
- Veras, me dice el perro, es que he oído por ahí que cada uno va a tener que salvar su culo de seguir esto así, y claro, comprenderás mi preocupación , pues yo no sé como he de salvar semejante sitio de mi anatomía.
- Xoco , tu por eso no te preocupes. Que si de verdad esto sigue así más que salvar el culo, lo vamos a tener que poner.
- Amo, no termino de entenderlo, pero ni me lo expliques, mejor disfrutamos de la noche y cambiamos de conversación que hablar de culos tampoco parece de mucha altura intelectual.

sábado, 14 de marzo de 2009

Mi turco es de...


- Mi turco es de naturaleza melancólica y decaída, yo diría que de un tiempo a esta parte, que no siempre ha sido así, y tiende al pesimismo y a ver la botella medio bacía
- ¡Xoco, que mañana es domingo!
- Total amo…, uno más
- Xoco, que hoy tenemos invitados para comer
- Tendré que sufrirlos…, ¡qué remedio!
- ¿Tu Xoco qué quieres ser de mayor?
- A mi no me líes, que yo siendo perro estoy muy bien
- ¿Xoco si pudieras cambiar algo?..., ¿qué harías?
- ¿Sabes la bolita del mundo?..., pues la haría cuadrada, con esquinas
- Ya…, bien pensando está eso, tiene muchas utilidades, le respondo
- ¿Amigo Xoco, qué deseas que te regale?, que quiero tener una atención contigo.
- Amo Ángel, no es mi cumpleaños ni tenemos nada que celebrar.
- Como quieras Xoco, no insisto, que no tienes tu el días para convites, pero dime ¿hay algo que yo no sé y que de un tiempo a esta parte te tiene el carácter avinagrado y rancio, apelmazado en tus cotidianidades y sin interés por nadie ni por nada, que te impide disfrutar de las pequeñas cosas?
- La vida misma si acaso, me responde, que tiene más sinsabores, injusticias, deslealtades, indecencias, atropellos, abusos y miserias de las necesarias.
- Bueno, pero siempre ha sido así, desde que el mundo es mundo y desde que los romanos inventaron el derecho, los griegos la filosofía y la moral no la inculcaron judios y cristianos. Desde que el socialismo cayo, y desde que los neocom no supieron sostener el invento, desde que la religión gana terreno y la cultura lo pierde. En fin que casi tienes razón para estar así. ¡Pero anda Xoco alégrate que hoy comemos cocido!
- Ves tu amo, eso si que me alegra el día
Y es que es como casi todos, se le gana por el estómago.

lunes, 9 de marzo de 2009

Esta noche no...


Esta noche no parece una noche cualquiera, Xoco ha salido al jardín y se ha quedado absorto mirando una luna clara y redonda como un queso de bola. Ha permanecido así yo diría que casi una hora. Ya cansado y por si le pasaba algo he salido a preguntarle cuando ya empezaba a refrescar, no fuese que fuera a coger frío. ¡Que después lo tengo recorriendo todas las habitaciones de la casa como alma en pena, mendigando mimos y arrumacos y quejándose de lo mal que está! Y es que es muy mal enfermo.
En estas estamos, cuando suelta
- Amo… ¿A ti te duele el tiempo? Lo pregunta con esa voz grave y amable que emplea de boxeador tocado.
- Perro, a mi me pesa más que me duele el tiempo.
- Y si no hubiese tiempo, ¿qué habría?
- No lo se, yo solo soy capaz de distinguir entre energía, materia y tiempo.
- Joder amo, que capacidad…, yo me quedo en estadios más modestos: distingo el calor del frío…, el día de la noche…, y el hambre de la sed, bueno también se cuando me quieren y cuando me odian. La vecina me odia ¿te has dado cuenta?
- ¿La guapa del quinto, o la viuda del teniente coronel de la Guardia Civil?
- Amo yo con la juventud, tu bien lo sabes
- Si, pero es que no le gusta que le metas el hocico debajo de la falda
- Recabo información amo, solo información. Sino, como voy a saber su estado de ánimo, su salud, si ha desayunado ya, si se ha duchado, si está con la regla, si ha tenido fiesta últimamente…
- Curiosa la forma en que obtienes información, ¿y no te basta con observarla y sacar conclusiones? Le digo mientras entramos en casa. Está la noche fresca
- Ahora no voy a cambiar hábitos de mi especie, ¿no te parece?
- Pues tienes razón; tú sigue a tus cosas pero te expones a que te arrime un bolsazo el día menos pensado; así, entre los dos ojos
- Amo cambio diez bolsazos por unos segundos de profundo olor femenino.
- Xoco, eres un guarro. Vámonos otra vez a ver la luna

domingo, 1 de marzo de 2009

Xoco amigo...


- Xoco amigo…, hoy le he dado la mano a un político
- Amo Ángel, tu a mí también me sorprendes, no creas que no. ¿Y se puede saber que hacías en esas camarillas donde regalan abrazos y apretones de manos nuestros servidores de lo público?, que lo mismo le palmean la espalda a correligionarios que a opositores, a constructores que a actores. Escenarios donde se dan cita progres y pijos advenedizos, robacandiles, riegracias, meapilas, tuercebotas, paseapapeles, robagallinas y cagaplanes; todos, todos…, con idénticas o parecidas aspiraciones. Gente de poco fuste, y mucha ambición, créeme amo
- Pues poca cosa, le digo respondiendo a su pregunta, en realidad nada…, bulto si acaso.
- ¿Y era el político de los que torea en plazas de primera o de segunda?
- Tan poco tienes que exagerar; a los políticos del mismo modo en que los odiamos los necesitamos, sean simples concejales o ministros ¿No te parece?
- ¡Si, si…! ¡Pregunta, pregunta a la gente de la calle!
Xoco a pesar de los pocos años que tiene es de una perspicacia asombrosa. Eso sí, en ocasiones sus juicios son de corte muy populista, y hay que perdonárselo, es un perro espontáneo, con sus tinos y sus yerros: ¡vamos que es que es como es! Y a estas alturas que le he cogido cariño no lo voy a cambiar; es más…, un perro no se cambia, no es un coche, como decía el Melendi.
-¿Amo y se puede saber si era de derechas o de izquierdas?
- ¡Y eso que más da!
- ¡Pues si que da, no creas! Dime con quien andas y te diré quien eres, o dónde de aprieta el zapato
- Pues no te diré si era de izquierdas o de derechas para que no me des el carnet gratuitamente sin habértelo pedido, pero quiero que sepas que ya que nos son necesarios los políticos, mejor prefiero que nos salgan honrados y con buen expediente académico, que de lerdos y manilargos está el mundo lleno y cuantos menos tengan inclinaciones por la política mejor nos irá a todos. ¿No te parece?
-¡Amén!

lunes, 8 de diciembre de 2008

Hay que verlo para creerlo...


Hay que verlo para creerlo, pues no va y me dice Xoco que por qué no me hago cazador. ¿Cazador para qué?, le digo algo desconcertado
- Bueno, me responde, nos daríamos grandes caminatas por el campo, haríamos ejercicio, y nos integraríamos dentro de una comunidad, de un grupo con el que pasar el día, nos relacionaríamos más: tu cazador, yo perro de caza. Iríamos de compras al Decathlon para equiparnos y comerías carne de caza…, perdices, conejos, torcaces, liebres
- ¿Tu no comerías? Le pregunto
- Amo Ángel, casi prefiero el pienso, hay menos peligro que me intoxique con plomo.
Lo miro con cara de no entender nada.
- ¡Truhán!, ¿y prefieres que la caza me la coma yo, no? .Además, si no he disparado un tiro en mi vida, si hasta me parece un poco ridículo y aparente el traje de cazador, si lo más cerca que he estado del mundo cinegético fue cuando leí el “Diario de un cazador” de Delibes. Y entonces el mundo de la caza era otra cosa.
- Por eso no te preocupes, todo se andará, me responde mordaz
- …Y que yo sepa tu impregnación genética es más de perro de pastoreo y de pescadores que cazador, lo de cazador es más un accidente en tu evolución que un oficio.
- Si lo de menos es que mates más o mates menos, me dice mientras se lame las patas.
- ¡Vamos a ver!..., ¿Cuánto hace que estás conmigo?
- Poco más o menos desde que nací, responde.
- ¿Y si nos conocemos hace tanto tiempo, no crees que me parezca extraño que te hayan entrado de repente las ganas de patear cazaderos? ¿Por dónde vas, perro?
- Mira amo Ángel, he estado pensando que no quiero ser un perro como los de ahora, que me gustaría ser más como los de antes…, con oficio. ¡Vamos que estoy cansado de ser perro de compañía simplemente! Creo que en una escala social ser perro de compañía es algo así como ser un perro sin estudios, ser un perro analfabeto, sin oficio, un mantenido
- Xoco, le digo perplejo, cada día me sorprendes más…