martes, 23 de diciembre de 2008

En realidad...


En realidad no acierto a decir si mi perro de aguas, mi turco andaluz, es un perro listo, un perro que se hace el tonto o un perro con mucha cara. Pienso esto mientras nos miramos esperando que uno de los dos diga algo.
Cada vez estoy más convencido que al igual que existe una amplia literatura sobre la picaresca y el pícaro en España, estos pícaros tuvieron y tienen sus perros, que tan amigos o más que sus propios dueños lo son y lo han sido de la licenciosa vida del pícaro…, del aventurero…, del trotamundos. Perros que seguro seguían a los Tercios en su deambular por las frías tierras de Flandes, participando junto a sus amos en asedios, sacos y batallas: en Rocroi, en San Quintín…, observadores de degüellos y despojos de luteranos abatidos por la bala de un mosquete o una cuchillada animosa del paje de rodela.
Me da en la nariz, como a ti Xoco, que la historia se ha olvidado del entusiasta perro ratonero, - un bodeguero andaluz, estoy convencido-, que seguro limpiaba de roedores las sentinas de las naos en las que Colón y los Pinzón descubrirían un nuevo mundo para sus reyes y que sin que nadie lo reclamase se subió a la chalupa que desembarcó en la primera isla del nuevo mundo y allí estaba moviendo el rabo junto al fraile…, al lado justo del almirante. Por desgracia el pintor no se digno inmortalizarlo porque vería cosa de poca enjundia el sacar un perro en tan histórico momento.
Al igual que estoy convencido que algún perro, antepasado tuyo, compartió lo que le dejaban del rancho en Baler, con los últimos de Filipinas. Y en el desastre de Annual algún moribundo pasó sus últimos momentos con el chucho cuartelero que se quedó junto a él cuando más arreciaba la “balasera”, para que no muriese solo. Perros sin pedigrí ni pamplinas papelarias, perros, perreros y perrerías.
Xoco me mira sin entender muy bien este arranque patriotero que me ha dado y el sermón que termino de echarle sin venir a cuento.
En fin, le digo:
- Xoco eres heredero de toda la grandeza y miseria de tu pueblo, el español, porque tu no eres un perro de raza importada, tu eres un “perro de aguas español” y eso es para lo bueno y lo malo…, al fin y al cabo llevas en tu sangre un poco de todo esto… conque considero que eres un perro listo, un perro que se hace el tonto, y un perro con mucha cara…, según te convenga
- Así es amo, me dice mientras bosteza.

1 comentario:

Fran dijo...

Me encantó este post... yo también estoy seguro de que Odín, un buen amigo de hace tiempo, era un can tan jodidamente listo que era capaz de hacerse el tonto.
Hiciste que recordase a Leoncillo, el perro de Nuñez de Balboa... esa es una historia!
Saludos Ángel...